Pudo haber cometido el hecho, pero no es culpable

Ultima Actualización: viernes, 10 de junio de 2022. Por: Luis Henriquez Canela

Por: Lic. Luis Henriquez Canela

Han sido palabras pronunciadas por el abogado del criminal asesino confeso de Orlando Jorge Mera. Palabras infelices y hasta hirientes, pero en cierto sentido con un hálito de verdad, una amarga verdad que hasta apesta.

 

Pero no la verdad que indica el articulo 64 del Código Penal Dominicano: “Cuando al momento de cometer la acción el inculpado estuviese en estado de demencia, o cuando se hubiese visto violentado a ello por una fuerza a la cual no hubiese podido resistir, no hay crimen ni delito”.

 

No esa verdad, si no, otra. ¿Cuál verdad?  El desorden, la forma de hacer política, el dame lo mío, el “te ayudé”. Lo mató el “soy un compañerito”, ayúdame, dame lo mío, yo me fajé.

 

Lo mató la poca institucionalidad que hay en este país donde todo el mundo reclama la parte del pastel de la que se siente dueño por ser militante, por haber votado por un partido que salió ganancioso en unas elecciones.  Todo el que se monta en una camioneta con una banderita quiere lo suyo. No se suben porque quieren mejorar el país, se suben a la camioneta para que si ganan le den lo suyo.

 

Hasta que no se adecente la forma de hacer política, se corre el riesgo de que todo el que no esté en condiciones de cumplir lo que promete pueda ser asesinado.   

 

A Orlando lo mató el sistema.