El uso de los sistemas automáticos, dispositivos, los recursos tecnológicos y de analítica de datos que generan y procesan información son sin duda, la herramienta que ha venido a solucionar problemas y necesidades para facilitar y mejorar el estilo de vida, y más aún ayudar a la creatividad individual y el conocimiento para desarrollar proyectos.
Sin embargo, estos recursos mal usados se convierten en un sistema de esclavitud porque muchas personas podrían terminar como adictos del uso de la tecnología a tal grado en que la mensajería sustituya las interacciones personales entre familiares y amigos.
La era del clic tiene enormes ventajas, sin embargo, no debería llevar a los humanos a evadir el esfuerzo y el compromiso del contacto físico, quedándose en lo fácil y lo casual que permite la tecnología,
entiendo que ningún avance humano debería sustituir las relaciones interpersonales y olvidarnos del calor humano. Preferir la tensión de la espera de recibir mensaje de respuesta en vez de caminar algunos metros para dar o recibir el abrazo es siempre gratificante. Tal vez esta generación no se ha dado cuenta que cuando algo es adictivo y esclaviza entonces no es tan bueno.
El calor de un abrazo de ser posible, no debería cambiarse por un emoji.