El relevo político se refiere a la transición de poder de una generación a otra , esto deja claro que ninguna persona es indispensable y que el verdadero líder no es quien se cree imprescindible y se aferra al poder, sino aquel que propicia el liderazgo de relevo de manera democrática.
Es importante destacar que el relevo político no siempre significa un cambio de partido en el poder. El desplazamiento de los partidos tradicionales como entes dominantes del quehacer partidista, no parece tener fecha todavía y dependerá de factores imposibles de predecir por el momento pues los llamados viejos robles mantienen el poder político, controlan los partidos y los recursos.
La participación política de los jóvenes no se limita a la política estatal-partidaria, sino que también se extiende a la esfera civil, incluyendo organizaciones de la sociedad civil, medios de comunicación, redes y movimientos sociales.
Aunque en la última década los jóvenes han tenido una notable participación en luchas por la ampliación de la democracia como el 4% a educación, por la defensa de loma miranda, las luchas en contra de la corrupción, contra el fraude electoral, por la igualdad de derechos de las mujeres y las minorías culturales, étnicas y sexuales, falta mucho trabajo político y grandes oportunidades para los que están preparados técnica y académicamente.
Las recién pasadas elecciones municipales, legislativa y presidenciales la mayoría de los votantes fueron jóvenes entre los 26 y los 35 años si ellos son la mayor masa de votantes, debía haber mayor proporcionalidad también en las distintas funciones a lo interno de los partidos y en las direcciones y poderes políticos. Eso no significa que los más adultos deban ser desplazados, sino que también pasen la antorcha entrenando buenos ciudadanos para ejercer el arte de gobernar y den continuidad a las buenas prácticas democráticas.