Caras nuevas, ratificaciones gobierno presidente Medina

Ultima Actualización: lunes, 27 de agosto de 2012. Por: José Alfredo Espinal

Las caras nuevas en un gobierno que se inicia son siempre esperadas por el pueblo en cualquier parte del mundo, especialmente cuando un presidente que es elegido vende en su campaña un cambio.

SANTIAGO:-El Presidente Danilo Medina tiene carácter y estilo de ser práctico y decidido.
 
Las caras nuevas en un gobierno que se inicia son siempre esperadas por el pueblo en cualquier parte del mundo, especialmente cuando un presidente que es elegido vende en su campaña un cambio.
 
También en algunos casos son normales que las caras viejas que se atrincheran en el cargo y que luego son ratificadas por el mandatario de la nación permanezcan en el tren gubernamental, mayormente cuando el funcionario hace un trabajo encomiable.
 
Para muchos analistas y gente del pueblo común el presidente dominicano Danilo Medina vendió en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto de este año 2012, una esperanza, pero que al final de cuentas, con los nombramientos, rompió todas esas expectativas de cambio.
 
Hay quienes todavía no se explican las razones por las que el jefe de Estado dejó en sus cargos a ministros y directores del gobierno que tienen cuatro y ocho años de manera consecutiva ejerciendo la función, aunque a otros solo los movió de sitio.
 
Quizás son tan pocos los nuevos que el pueblo piensa solamente en los funcionarios viejos.
 
Todo parece indicar, por los nombramientos del Presidente, que el cambio en el cual basó su campaña política no tomó como parámetro que la cuadra política de su partido era mas fuerte y poderosa que sus propias decisiones.
 
Dicen incrédulos que el nombramiento de los viejos funcionarios será por cuatro años más. Los que sueñan con ver algo diferente creen que será solamente por otro año más.
 
El Presidente Medina tiene carácter y estilo de ser práctico y decidido. De poco hablar, pero de cuestionar y quejarse del pasado silente, pero de forma diplomática.
 
La gente espera un cambio, no solamente de los funcionarios del gobierno, sino de las realidades económicas y sociales del país y de sus propias vidas.
 
Un cambio que no solo incluya caras nuevas, sino hechos, como lo prometió el Presidente en su discurso de toma de posesión.
 
“Ese cambio prometido, en hechos, lo estaremos esperando”.