Cuando ya no se quieren

Ultima Actualización: domingo, 29 de septiembre de 2019. Por: Luis Henriquez Canela

Ya no se quieren. Ya sobreviven al tiempo, el inexorable conteo de segundos, minutos y horas, mediante una tozudez inducida que se apaga.

El capitán frente al timón, papel magistralmente interpretado por el actor Ben Affleck, luchaba sin tregua contra las olas del mar. Su barco soportaba el golpeteo permanentemente del agua contra la estructura. Su lucha era intensa.  Al final no hubo forma de mantenerlo a flote. Era la tormenta perfecta. 

Lo mismo sucede con algunas relaciones. Tratando de revertir el desgaste producido por el tiempo, bajo una hostilidad permanente e intensa, casi sin cuartel, visitan el psicólogo buscando un aliciente, una luz que les permita permanecer juntos por mas tiempo. Pero ya la magia voló. Ya les cuesta estar juntos. Lo que antes eran ronquidos nocturnos soportados por la solidez del amor, se vuelven molestos ruidos guturales que no dejan dormir. 

Ya no se quieren. Ya sobreviven al tiempo, el inexorable conteo de segundos, minutos y horas, mediante una tozudez inducida que se apaga. 

Ya no creen, sospechan de todo cuanto diga el otro. Se han ocultado tantas cosas, se han tergiversado tanto los hechos, que ya, por más que juren y prometan, por más verdad que quieran imprimirle a lo que dicen, nadie cree. 

Eso mismo me pasa a mí con el editorial del Listín Diario.