Con la introducción de nuevas figuras al mercado financiero y de valores nacional, tales como: el fideicomiso, las letras hipotecarias, los bonos hipotecarios y los valores hipotecarios titularizados, el proyecto complementa la ley del mercado de valores y contribuye a su dinamización.
No se trata, como bien dice el comunicado, de la utilización sin medidas de los fondos de pensiones regulados por la ley 87-01, se trata de darle a los fondos un uso más acorde a la necesidad nacional.
El proyecto crea reglas tendentes a la eliminación de la doble tributación, al tiempo que contempla la devolución del ITBIS, los impuestos de importación a los insumos empleados en la construcción, así como todo tipo de impuestos relacionados con permisos, traspaso de títulos, etc.
Sólo hay que esperar que estos incentivos, en vez de contribuir a hacer que las viviendas lleguen a bajo costo a los adquirientes, no contribuyan a engrosar los bolsillos de banqueros, constructores e importadores como casi siempre sucede. Las autoridades deben estar atentas ante las distorsiones que pudieran acarrear esos nuevos incentivos.
Finalmente, lo único político que veo en el proyecto es que el gobierno se deshace del pesado fardo de tener que estar construyendo proyectos de apartamentos y viviendas para regalarlos, lo cual, indudablemente fomenta el padrefamilismo y genera distorsiones por cuanto casi siempre esas unidades habitacionales van a parar a manos de los miembros de su propio partido.