No Estoy de Acuerdo Señor Presidente

Ultima Actualización: miércoles, 26 de agosto de 2020. Por: Rafael Hernandez

Por: Rafael Hernandez

El mundo está luchando contra la pandemia y cada país está tomando las medidas que considera pertinentes para proteger a sus ciudadanos ya que nunca se va a recuperar la economía con un pueblo lleno de contagios, hospitalizados y muertos.

 

No señor presidente. Este país no puede ser la excepción, y en este sentido está muy mal aconsejado. No podemos levantar los controles sanitarios a los turistas. Ellos mismos al conocer estas medidas que no les garantizan higiene y salubridad, se dan cuenta que a un país así no pueden viajar. Esto por un lado, y por el otro, que no hacemos nada trayendo turistas que apenas dejarán una pírrica ganancia, que luego habrá que multiplicar por diez en los gastos de salubridad, para amortiguar la parte de la población dominicana que podría contagiarse con un solo turista que se cuele enfermo.

 

Señor Presidente, un turista no es necesariamente una persona ética ni moral. El tipo de turismo sexual que hace el país, contagia en primer lugar al personal de los hoteles y complejos donde se aloja. Segundo, lo peor, es la cantidad de busca vidas dominicanos: proxenetas, prostitutos y prostitutas que se involucran con dichos turistas y que salen de ahí y contagian a sus amigos y familiares, y por ahí se establecen decenas de cadenas de contagio en abanico, que muy caro están costando al Estado dominicano, a las familias dominicanas que ven morir a sus miembros sin explicarse cómo ocurrió.

 

La cantidad de personas afectadas psicológicamente en cada caso, la depresión entre sus amigos y familiares y hasta en personas que solo se enteran por la prensa de esos fallecimientos y contagios.

 

Señor Presidente, de nada nos valen las cuarentenas, ni los distanciamientos, ni los toques de queda que limitan a los dominicanos que se convierten en odiosos, si permitimos que los extranjeros que vienen de visitas entren al país sin ningún tipo de seguridad de que no están contagiados. Ojalá sus asesores vean menos el signo del dólar y piensen en las terribles consecuencias que podrían sobrevenir a este pueblo. Que entiendan que sí se puede abrir el turismo, pero con las medidas de control que se aplican a la generalidad de la población.

 

Que la luz de lo Alto le encienda el entendimiento, para que no se siga cometiendo este desliz, que condenará a su gobierno a invertir 5 veces más de lo que recibe para curar, en vez de prevenir. Esta no ha sido una plausible decisión, sino una fuente de estrés e inquietud en una población que ingenuamente aspira a que esto pase para volver a darse un abrazo con sus familiares y amigos. Por esas razones NO ESTOY DE ACUERDO COMO CIUDADANO DOMINICANO.