El secuestro de la Federación Dominicana de Tenis de campo

Ultima Actualización: domingo, 14 de marzo de 2021. Por: Luis Henriquez Canela

Yo no digo que el tenis no haya avanzado en los años que tiene Maldonado al frente de la Federación, lo que digo es que la permanencia en los puestos es perniciosa para cualquier actividad humana.

Una persona medianamente sensata, a medida que se va poniendo vieja, se torna más fría y reflexiva. Poco a poco, así como van apareciendo las canas, van desapareciendo esos escalofriantes arranques, esos arrojos, que, como caballo desbocado, le hace perder la razón y con ella, amistades, clientes, relacionados y hasta familiares.   

 

Desde que supimos que a Don Persio Maldonado lo reeligieron en la Federación Dominicana de Tenis (Fedotenis), el pasado 27 de febrero, he puesto en carpeta el título de este artículo. Me dije que algún día tenía que escribirlo y ese día ha llegado, no para denostarlo ni a sus compañeros, pero si para expresarle algunas verdades sobre lo pernicioso que es para las instituciones cuando son secuestradas por personas y partidos. No porque él no lo sepa, sabe demasiado, es director de un diario, comentarista en uno de los programas de la mañana más vistos de la televisión dominicana. Es un sabio muy conversador  y es buena gente, hay que decirlo.

 

Me une a Persio la pasión por el tenis, al igual que mi amigo puertoplateño Luis -Chichi- Escoto, presidente de la Asociación de Tenis de Puerto Plata, delegado ante la Federación; reelecto por no sé cuántos periodos. A los dos les profeso una gran admiración y respeto, ambos son apasionados del tenis, pero lo que han hecho, tanto ellos como los demás federados reelectos, no lo apruebo. ¿Cómo puede ser posible que siendo como son, profesionales, personas que se supone tienen dos dedos de frente, quieran permanecer de manera perpetua con las riendas de esa federación?

 

¿Cómo puede ser posible que no le quieran dar paso a las generaciones más jóvenes, con nuevas ideas, nuevas relaciones, talvez mejor conocimiento, estatuyéndose en detentadores únicos de los destinos de ese deporte en el país?

 

Yo no digo que el tenis no haya avanzado en los años que tiene Maldonado al frente de la Federación, lo que digo es que la permanencia en los puestos es perniciosa para cualquier actividad humana. Una persona como más de 20 años en un cargo no puede, no está en capacidad de ofrecer nada nuevo, nada novedoso, nada que sea en pro del avance de la actividad. Se convierten en dinosaurios enquistados en sus puestos, grises, opacos, sin iniciativa; en eso se convierten.

 

Lo terrible de todo es que eso no solamente pasa en la Federación Dominicana de Tenis; en todas las instituciones de este país para usted sacar un presidente o secretario general, tiene que hacer malabares porque nadie se quiere ir, nadie quiere soltar la teta. Aquí hay instituciones secuestradas por años, por grupos que no dan acceso a nadie. “Que no he terminado mi obra”, vaya y termínela en su casa. Por eso se llaman instituciones, porque son organismos creados por leyes para normar tal o cual actividad. Estamos lejos de las monarquías, de la heredad, de la perpetuidad.

 

Seamos honestos Maldonado, Escoto y todos los demás, lo que se hizo este día 27 de febrero, sábado 27 de febrero de 2021, fue un sacrilegio, un asesinato malsano a la institucionalidad de esa federación, un daño. ¡Y qué día para hacerlo; qué día!

 

Y vuelvo y les digo a los dos y a todos; no es nada personal, este mismo lunes voy a la cancha y seguramente me encuentre con mi hermano y amigo Chichi, pero esto que he escrito lo tenía que hacer porque alguien tenía que hacerlo y que conste, no tengo ni he tenido aspiración ninguna en dirigir esa asociación, pero ciertamente el cambio es lo único inmutable. Sépanlo.