El ascensor del palacio

Ultima Actualización: domingo, 28 de marzo de 2021. Por: Luis Henriquez Canela

Pues resulta que en el palacio de justicia de Puerto Plata no hace tanto tiempo instalaron un ascensor que había sido reclamado por la clase de la toga y el birrete durante mucho tiempo

¿Por qué es que la alegría del pobre dura poco?  Ese dicho tan famoso tiene su fundamento en que son tantos los infortunios del pobre, que un hecho que le alegre es precedido hasta por una amenaza para su propia existencia. ¡Es jodidos que estamos!

 

Haciendo un símil superficial con el título de uno de los libros de Gabriel García Márquez, definitivamente el pobre “no tiene quien le escriba”.

 

¿A qué viene todo esto? ¿Qué ha motivado esa breve disquisición insustancial? Pues resulta que en el palacio de justicia de Puerto Plata no hace tanto tiempo instalaron un ascensor que había sido reclamado por la clase de la toga y el birrete durante mucho tiempo. Todo iba bien hasta que al primer traspiés el aparato dejó de funcionar.  Trabajó como por veinte días solamente.

 

Durante esta semana observé cómo de forma casi aparatosa, cargan con todo y silla a personas discapacitadas hacia y desde el tercer nivel del edificio. No se salvan las personas mayores, las embarazadas ni nadie. Una barbaridad.  

 

¿Qué esperan para resolver esa nimiedad? ¿A quién es que hay que escribirle para que mande los cuartos? ¿Quién está a cargo de esa gestión?