HÁGANLO POR LA SALUD 2/2

Ultima Actualización: viernes, 15 de abril de 2011. Por: Luis Henriquez Canela

Es importante recordar que en pueblos pequeños como Mao, Bonao, Monte Plata, por solo citar algunos, tienen pistas de atletismo las cuales también son usadas para caminar por las personas comunes y corrientes. Aquí en Puerto Plata, como aparentemente sólo nos interesa el básquet, todo lo demás está en un segundo plano.

Las autoridades del Ayuntamiento de Puerto Plata finalmente no van a permitir que, en aras de complacer a los caseteros para que “incrementen sus ventas”, los vehículos puedan parquearse del lado norte de la vía. Tal y como habíamos escrito anteriormente, nos dimos cita en el Ayuntamiento el miércoles pasado en compañía de más de cuarenta puertoplateños preocupados por la ciclo vía. Las Señoras Tania Imber y Eugenia Rosario junto al arquitecto Miguel Parra, argumentaron de manera magistral de por qué la apertura de esos parqueos en esa parte es inviable.  La sensatez se impuso y los caminantes, ciclistas, el pueblo, han conservado su vía. Es lo mejor que el Ayuntamiento pudo hacer en una ciudad donde no hay por donde caminar. Es importante recordar que en pueblos pequeños como Mao, Bonao, Monte Plata, por solo citar algunos, tienen pistas de atletismo las cuales también son usadas para caminar por las personas comunes y corrientes. Aquí en Puerto Plata, como aparentemente sólo nos interesa el básquet, todo lo demás está en un segundo plano.

 

No considero que nuestra posición, ni la de los defensores de la ciclo vía, sea individualista ni “negadora de que los espacios urbanos no sólo deben ser para el disfrute de unos cuantos”, ni que fui al Ayuntamiento a “argumentar mis derechos y el derecho de unos cuantos” tal y como nos han dicho. Nosotros nos constituimos en defensa de todos los puertoplateños -hasta de nuestros propios detractores-. Basta con decir que muchos de los allí presentes ni siquiera caminan ahí todos los días, sino que se ejercitan en el gimnasio y los ciclistas andan por otros rumbos la mayoría de las veces. No creo que sea una posición individualista luchar por el hipertenso, por el isquémico, por el que tiene colesterol o simplemente por el que quiere disfrutar del maravilloso paisaje que ofrece esa parte de la ciudad.  Mire usted si caminar por ahí sirve para algo, que según me han dicho, deambular por esa parte cura la depresión, libera el alma, sana la decepción amorosa, los desplantes, las desilusiones, los desengaños, la desesperanza. El malecón lo cura todo.

 

Tampoco creo que sea una posición individualista luchar por el medio ambiente. Al paso que vamos, la ciudad completa se va a convertir en un bar. Mire a su alrededor, vea las muestras y sepa que si se hubiese permitido ese parqueo, Puerto Plata se hubiese convertido en el bar de bares.  

 

Es bueno aclarar además, que al asumir nuestra postura no estamos privilegiando “algo eminentemente de sectores clasistas” esa no es una lucha sectorial. Sólo basta con ir al malecón por las tardes y ver quiénes son los que caminan ahí. Por ejemplo, vea el tipo de ropa que usa la mayoría, observe en qué se van para su casa cuando terminan de ejercitarse y verá que se trata de gente de todo tipo, no sólamente ricos, como pretende argumentarse.  

 

En la mayoría de las cosas que dice estoy de acuerdo, por ejemplo cuando expresa “Los puertoplateños y puertoplateñas tenemos que ser mas inclusivos, no vivir en una burbuja, donde sólo florece la individual forma de actuar, de manera que se cuente con la permeabilildad de aprender a pensar como ciudadanos y no como sujetos”.  Y lo que más me llamó la atención fue cuando dijo: “Con esa vehemencia que se defiende el espacio individual de poder ejercitarse, también me gustaría verles insertarse en las reclamos de que podamos lograr concretizar demandas que son indispensables para motorizar nuestra economía…”

 

Esta última parte es la gran respuesta a las preguntas de por qué no tenemos puerto, de por qué no tenemos vía de cuatro carriles desde Santiago, de por qué no tenemos turismo suficiente, de por qué los vuelos hacia Puerto Plata son los más caros del mundo, de por qué se nos cae la casa encima y; para tocar un tema de irrefutable actualidad, de por qué los santiagueros prefirieron a Manzanillo y no a Puerto Plata.  Doña Mirna, el individualismo de la generación actual mantendrá a Puerto Plata por muchas décadas sumida en la depresión económica. Es donde estamos y de donde no saldremos sin unión, pero también, desenmascarando a unos actores de cine que tenemos que dizque luchan por Puerto Plata y lo que hacen es que usan las asociaciones para buscar oportunidades de negocios para ellos mismos y sus empresas o para pulsear por las contratas,  imposibilitando que Puerto Plata obtenga lo mejor. Los gobiernos, desde Balaguer hasta el actual se han dado cuenta de que aquí hay una claque parasitaria que todo lo quiere para sí y no le importa nada, sólo sus intereses. Se han dado cuenta de que aquí cada quien jala para su lado y por eso no hacen nada por nosotros.  Esa es la triste realidad. Es una lástima.

 

Ojalá que ese pequeño grupo de Puertoplateños “gimnásticos” se una en pro de otras causas. Veremos.