Estudiar más o trabajar, la decisión de los jóvenes tras Bachiller

Ultima Actualización: viernes, 16 de septiembre de 2022. Por: Artículo Invitado

Por lo antes dicho, siempre se recomienda descargar tu certificado de bachiller. En el caso de República Dominicana, se tiene la ventaja de que este certificado se puede conseguir de manera digital.

Se trata de un dilema que experimentan muchos jóvenes. El mundo laboral puede ser complicado para quienes no tienen paciencia o necesitan ingresos con rapidez para ayudar a sus familias. Lo cierto es que en los países del Caribe, Centroamérica y Suramérica es frecuente que los jóvenes tengan como límite académico el grado de bachiller. Además, suele ser obligatorio tener un grado de bachiller para optar a cualquier empleo.

 

Por lo antes dicho, siempre se recomienda descargar tu certificado de bachiller. En el caso de República Dominicana, se tiene la ventaja de que este certificado se puede conseguir de manera digital. Es un aval de haber cursado estudios considerados mínimos para la sociedad actual. Además, es el documento obligatorio para ser aceptado en una institución universitaria dominicana.

¿Estudiar o trabajar después de obtener el grado de bachiller?

Responder a esta pregunta es un tanto complejo, pues se debe considerar el contexto de los jóvenes en la actualidad. También, las peculiaridades de una región como Latinoamérica. A su vez, tener en cuenta el tipo de trabajos que un joven puede conseguir y el beneficio de tener ingresos propios a corta edad.

Los estudios superiores son costosos. No solo en términos de pago de matrícula, sino en cuestiones colaterales como: gastos de transporte, alojamientos, libros, alimentación, papelería e impresión.

Muchas carreras universitarias son demandantes. Requieren de largas horas de estudio. No basta con asistir a clases. También, es necesario invertir tiempo estudiando o haciendo asignaciones de los docentes. Se trata de un tiempo que los jóvenes prefieren usar para obtener ingresos.

La promesa de estudiar para ganar un “buen sueldo” siempre es a largo plazo. Hay que estudiar 3 o 5 años. Muchas veces, se requiere llegar más allá y obtener una especialización (como sucede con los médicos). Además, en los años inmediatos a la obtención de un título se devenga un salario modesto, que luego se incrementa. Todo eso da un lapso entre 5 y hasta 8 años mínimos para ver “ganancias”. Es una situación que no motiva a los jóvenes que desean ingresos rápidamente.

Curiosamente, la aparición de redes sociales y de trabajos “a distancia” desmotiva a los jóvenes para proseguir un rumbo académico. Existen, ahora, oficios como los de “youtuber”, “redactores de contenidos” y otros similares que generan ingresos sin necesidad de cursar una carrera profesional. Es así como una buena cantidad de jovencitos prefieren grabar videos o convertirse en gestores de cuentas en redes sociales.

Finalmente, tenemos algo adicional: los sistemas de becas se comportan como “mesadas”, con sumas de dinero que pueden ser insuficientes. El joven tiene la sensación de estar bajo el mismo esquema que en su hogar (en vez de recibir dinero de sus padres, lo obtiene de la beca). A su vez, las becas son pocas y no todos las logran.

¿Vale la pena estudiar para un mejor futuro?

En general, quienes se forman profesionalmente tienen luego mejores ingresos. Además, hay algo que muchos desconocen: las universidades no son solo lugares donde se obtienen conocimientos, sino escenarios donde se establecen nexos y contactos profesionales. Un joven que asiste a una universidad se relaciona con compañeros, docentes y gente del ámbito de trabajo en el cual luego se desempeñará. Por lo tanto, tiene mejores oportunidades de hacer alianzas y negocios.

Uno de los errores del sistema educativo es creer que la educación superior es solo “entrenamiento para un trabajo o la sola obtención de conocimientos”. Justamente, esto es lo que creen muchos jóvenes y consideran que “pueden aprender por su cuenta o por experiencia”. Entonces, pierden la oportunidad de establecer estos nexos que luego les permiten escalar en el mundo laboral y social.

Todo este panorama debe ser explicado a los jóvenes, quienes a una corta edad ya deben tomar decisiones importantes sobre su vida. Tal vez, el problema es que muchos de estos jovencitos no tienen la madurez, ni la asesoría para elegir un camino que marcará el resto de sus vidas.