PUERTO PLATA.- El ámbito deportivo de la provincia Puerto Plata llora la doble partida física de dos grandes glorias del deporte quienes fueron muy destacados en sus disciplinas, y llenaron de orgullo por varios años a esta jurisdicción.

Se trata de la exvoleibolista Palmira Román Lantigua y el reconocido deportista con una brillante trayectoria en el béisbol y el sóftbol, José Humberto Paulino López (Cheo), quienes fallecieron por separado en la tranquilidad de sus hogares.

La primera en expirar fue doña Palmira Román Lantigua, mujer ejemplar y extraordinaria quien en su juventud fue una extraordinaria atleta en la disciplina del voleibol quien defendió la bandera nacional en escenarios internacionales.

Dicha dama fenecida era hija del recordado tesorero municipal de la década de los 50s, don Juan Ramón Román y contrajo matrimonio con César Rodríguez Tolentino, con quien formó una sólida familia compuesta por sus hijos Concepción Dolores, Félix, Mario, Genoveva y César Rodríguez Román.

De igual manera, se conoció del sentido deceso de José Humberto Paulino López, conocido popularmente como “Cheo La Maravilla”, quien se destacó como un versátil atleta en varias disciplinas, sobresaliendo en el béisbol y el sóftbol, donde fue siempre recordado como un jugador responsable y de entrega total.

Cheo Paulino López fue un hombre noble, padre ejemplar y gran amigo, oriundo del Ensanche Luperón, quien brilló como tercera base y bateador derecho en el béisbol amateur, militando en los equipos: Miramar, Liga del Atlántico, Liga Hotelera con el conjunto JackTar Village, además de la Liga Campesina con los equipos El Cupey, San Marcos, Los Caños, El Toro y La Colorada.

También jugó sóftbol empresarial con los combinados representativos de la Ferretería San Felipe y de Codetel, compartiendo terreno con reconocidos peloteros sotfbolistas puertoplateños bajo la dirección de legendarias figuras como René Pichardo y Delio Olivares.

El cronista deportivo Juan José Morrobel Sandoval, al escribir al respecto, aseguró que Puerto Plata despide a dos campeones que marcaron épocas y dejaron huellas imborrables en la historia deportiva local quienes son llorados por hijos, nietos y demás familiares que lamentan sus respectivos fallecimientos.