Puerto Plata, R.D. – En un emotivo acto celebrado el lunes 3 de noviembre, el Ayuntamiento Municipal de Puerto Plata realizó la entrega oficial a la Familia Redondo Galán de la señalización de la antigua Avenida Enlace Turístico, en el sector Torre Alta, la cual, desde esa fecha, lleva el nombre de Avenida José Joaquín Redondo (Don Chichí), en homenaje a quien dedicó su vida al trabajo, al servicio comunitario y al desarrollo de esta provincia.
José Joaquín Redondo Gómez, reconocido cariñosamente como Don Chichí, fue un destacado empresario y servidor público puertoplateño, cuya trayectoria abarcó los sectores industrial, ganadero, turístico, financiero y de salud. Entre sus aportes más relevantes se encuentra la fundación y presidencia del Centro Médico Bournigal, así como su rol visionario en empresas e instituciones que impulsaron el desarrollo económico y social de la región.
En el ámbito público, Don Chichí desempeñó un papel protagónico como Presidente del Ayuntamiento de Puerto Plata durante siete periodos, además de presidir la Cámara de Comercio y Producción, el Club Rotario y la Comisión Provincial de Turismo. Su liderazgo trascendió lo local al formar parte de la Comisión Nacional de la UNESCO y de diversas entidades dedicadas al desarrollo cultural y comunitario del país.
Durante el acto, su hijo, el Dr. José Natalio Redondo, en nombre de la familia, expresó su gratitud por este reconocimiento, destacando que el legado de Don Chichí no solo se mide por sus logros empresariales o cívicos, sino también por los valores humanos que transmitió a todos los que le conocieron.
Entre sus recordadas enseñanzas, sobresale una frase que definía su forma de vivir y relacionarse con los demás:
“Hay que ser bueno, hasta por conveniencia.”
Una expresión que, más allá de su sencillez, reflejaba su profunda convicción de que la bondad, la honestidad y el servicio son siempre el mejor camino para construir una sociedad más justa y solidaria.
La nueva Avenida José Joaquín Redondo (Don Chichí), ubicada en Torre Alta II, esquina Hermanas Mirabal, se convierte así en un símbolo permanente de gratitud y memoria para las presentes y futuras generaciones, recordando la vida de un hombre cuya entrega marcó para siempre la historia de Puerto Plata.