Resaltan al profesor Luis Villa; descendiente sanguíneo directo del general Gregorio Luperón

Ultima Actualización: lunes, 10 de noviembre de 2025. Por: Antonio Heredia

PUERTO PLATA.- Ciudadano decente, de alto sentido moral y de excelente convivencia social, así es el conocido profesor puertoplateño Luis Villa, quien es tataranieto del general Gregorio Luperón.

 

Dicho munícipe quien se caracteriza por ser un hombre de bien y gran conversador, nació el 22 de junio del 1942 en el sector Batey Tres de esta ciudad San Felipe de Puerto Plata, hijo de los señores Cástulo Landrau y Alejandrina Villa.

 

Su padre Cástulo Landrau era hijo de la señora Marina Bordas Luperón, que a su vez era hija de Ana Luisa Luperón Tavárez quien fue la primogénita del general Gregorio Luperón, la cual nació en el 1868 en Turkilán (Turk Islans).

 

Apunta que su bisabuela Luisa Luperón Tavárez, vio la luz en esa demarcación del Atlántico Norte debido al gran asedio y persecución desatada contra la familia del general Luperón durante el régimen de los seis años de Buenaventura Báez (1868-1874).

 

El profesor Luis Villa expresa que ser pariente sanguíneo del bravo patriota dominicano conocido como “La Primera Espada de la Restauración” es uno de los mayores orgullosos que posee junto con las bendiciones del Todopoderoso.

 

Poniendo de relieve la frase “Confieso que he vivido” del poeta chileno Pablo Neruda, Villa hoy se encuentra jubilado tras su fructífera e intachable carrera de tres décadas y media en el magisterio, dice que se siente “un hombre bendecido”.

 

Es el padre de cuatro hijos, que son: Marleny (abogada); Lilian (médico), Luis (ingeniero civil) y Alejandrina quien residente en los Estados Unidos (estudiante de derecho).

 

Agradece a Dios por haberle permitido servir a la sociedad ya que tras completar sus estudios en la escuela Antera Mota, además del Liceo José Dubeau y en la Escuela Nacional de Artes & Oficios, descubrió su vocación de maestro.

 

Impartió docencia de Ciencias Sociales a varias generaciones de estudiantes del Politécnico Gregorio Urbano Gilbert (Plan Reforma), la Escuela de Educación Especial y del Liceo Eduardo Brito, caracterizándose por ser muy respetuoso, cariñoso y solidario con todos sus alumnos.

 

Exhortaba a sus estudiantes a que aprendieran para la vida, no únicamente para aprobar un examen o simplemente pasar de curso y ser promovidos a un grado superior, a que transiten siempre por el buen camino.

 

Se destaca que el profesor Luis Villa, siempre velaba porque sus alumnos actuaran en lo correcto, tanto en las aulas y fuera de ellas, para que, con sus comportamientos, se convirtieran en hombres y mujeres útiles a la sociedad.

 

En sus habituales consejos, dicho educador siempre enarbolaba la célebre frase de su bisabuelo Gregorio Luperón que reza: “Para reformar a los pueblos, hay que educar a la juventud, que es la esperanza”.

 

Por tal motivo, siempre que se le invita, acude elegantemente vestido a las distintas actividades importantes donde se exalta la figura titánica del general de división Gregorio Luperón, cuyos genes cromosómicos le corren por sus venas, distinción que lo hacen un hombre íntegro, moral y social.