LOS HONORES DE LA HIPOCRESÍA

Ultima Actualización: miércoles, 29 de diciembre de 2010. Por: Luis Henriquez Canela

Los hipócritas han convertido al ex presidente Salvador Jorge Blanco en un “muerto ilustre”. Ciertamente, ahora es que vienen a reconocerle “los valiosos aportes a la democracia dominicana”.

Después que embadurnaron con materia fecal su vida y la de su familia, después que lo aniquilan a latigazos, después que lo sentencian a morir en vida, ahora resulta que es el hombre que “sirvió a la nación con responsabilidad para que los dominicanos vivieran en el país que nos merecemos”.

 

Quién pensaría que de la boca de sus sepultureros en vida ya sea por comisión u omisión, alguna vez brotaría una sola palabra de aliento para sus familiares como las pronunciadas el día de su entierro; “amerita el respeto y homenaje de toda la sociedad. ¡Cuán hipócritas son!

 

Después que lo condenan en vida a vivir miserablemente, desacreditado, humillado, dicen ahora que  “Fueron notables sus aportes a la democracia del país”.

 

José Ingenieros dice en su libro El Hombre Mediocre; “es preferible mil veces  el odio a  la hipocresía.  El primero es fuerte como el león, muere rápido o  permanece, pero oculto, nunca deja ver sus garras.

 

Duerme fácilmente, en cambio, la segunda nunca se acuesta, se la hace tan difícil conciliar el sueño que pernocta las 24 horas del día y la noche realizando maquinaciones...” “bajo sus falsos dotes de bienhechores se esconde  la humedad vil del reptil ponzoñoso”.

 

El hijo de Jorge Blanco dijo en el funeral que su padre moría como mueren los servidores honestos y probos en países como el nuestro; espiritualmente rico y materialmente pobre. De seguro reconoce que todo ese lastre lanzado sobre la cabeza de su padre podría alcanzar hasta sus tataranietos.

 

Sólo Dios sabe. Quizás cuando se haya calmado un poco “la efervescencia de los espíritus”  la verdad brote y en la balanza del tiempo le coloquen sus meritos y errores; la balanza se inclinará hacia un lado y ahí se esclarecerá todo.  

 

Sólo el tiempo dirá. Paz a sus restos.