A propósito de que hoy día a esta pobre generación-a la que ya muchos estudiosos le llaman la generación perdida-no tiene parámetros, pues no hay quien le instruya ni discipline con respecto al bien o el mal. Esta labor sacerdotal que instruyó Jehová Dios a los padres ha sido relegada y no es ya una prioridad…..hay otros muchos asuntos que atender! En efecto: los afanes del trabajo, todo lo que nos venden los medios de comunicación, el ajetreo de los compromisos sociales, diversión, etc., nos dejan exhaustos para dedicarnos a lo que es nuestra principal responsabilidad: la formación de nuestros hijos!
La formación de nuestros hijos es una tarea de amor instituida por Dios a los sacerdotes del hogar, esto es a saber: los padres. Y ya que es una tarea de amor, entonces implica sacrificio. Esto PORQUE NO HAY AMOR SIN SACRIFICIO.
Educar implica dejar parte de la vida misma en el trayecto, y son muchos los padres que no están dispuestos a realizar este tipo de sacrificio. Es más fácil-menos estresante- que los niños sean formados por la televisión y la internet o a falta de las dos anteriores…..LA CALLE!.
Admitamos con humildad que hemos fallado. Que al ver el comportamiento de la generación actual nos damos cuenta que no existe en la mayoría de nuestros jóvenes discernimiento entre el bien y el mal. Han sido enseñados que todo se puede: TODO ES RELATIVO! Puesto que no se les ha inculcado ningún tipo de valores, por tanto no pueden discriminar correctamente. Entonces vemos como crece el ¨cualquierismo¨ entre nuestros párvulos.
Todo lo anteriormente expuesto se traduce en irrespeto a los padres, autoridades, maestros a ellos mismos. Por tanto, podemos decir que la irresponsabilidad nuestra (los padres) al no querer cumplir con nuestro deber de ocuparnos en la formación de nuestros hijos; al negarnos a castigar en el hogar las inconductas, falta de respeto; indisciplinas etc;, contribuimos a la fábrica de antisociales que agobian las calles de nuestras ciudades.
Padre, la biblia nos dice: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Proverbios 22:6. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” Salmos 111:10. Y por sobre todas las cosas, sé tú el mejor ejemplo para los tuyos…”una acción vale más que mil palabras”
CAMBIEMOS NUESTRA SOCIEDAD! FORMEMOS A NUESTROS NIÑOS EN LA DISCIPLINA Y AMONESTACION DEL SEÑOR!
Dios les bendiga!