Román se refirió al merengue tradicional, tocado con güira, tambora y acordeón, considerado como un segundo Himno Nacional en muchas regiones de la República Dominicana, pese a las innovaciones a que ha sido sometido este ritmo musical.
Román dijo que el autentico merengue típico tiene su base rítmica inconfundible, porque es marcado por los compases del acordeón, los repiques de la tambora y los tonos de la güira.
Señaló que esta es la forma donde se expresa toda la alegría de los campos de la región del Cibao.
Rafaelito, hijo del fenecido maestro de la música típica, Monguito Román, es de los pocos músicos dominicanos que domina todos los instrumentos del merengue.
Este se inició en la música típica apenas a los 15 años de edad, en compañía de su padre, Monguito Román. En la actualidad lleva más de 43 años en el arte popular.
Este defendió la originalidad de temas tradicionales del merengue típico dominicano, ya que en las fiestas que ameniza, tocando magistralmente el acordeón, la gente siempre aclama con alegría delirante los temas tradicionales de la música autóctona dominicana: “el merengue típico”.
Citó los temas más solicitado en las fiestas que ameniza: “La Chiflera”; “La Malla Prendía”; “Compadre Pedro Juan” y “Con la Mesa al Caco”, merengues que han sido interpretados por generaciones de exponentes del ritmo típico.
Román destacó que entre los mejores merengueros típicos de todos los tiempos se encuentran: Ñico Lora, Pedro (Pedrito) Reynoso, Miguel Santana, Chichito Villa y Dionisio (Guandulito) Mejía.
Sostuvo que el relevo de éstos grandes de la música típica quedó en manos de: Tatico Henríquez, Bartolo (El Cieguito) Alvarado, Francisco Ulloa, Josefa Manuela Cabrera (Fefita La Grande); María (La Reina) Díaz, Mery (La India Canela) Hernández, y por supuesto está su persona en este grupo.
Puntualizó que los grupos típicos de ahora son pasajeros porque su contenido musical descansa en inventos que se hacen por fiebre y por aprovechar el momento, adaptando boleros y baladas a merengues típicos, pero que estos alejan la esencia de este cadencioso ritmo que nos identifica en el Mundo por su elegancia cuando las parejas salen a la pista a bailar.