El año pasado dicho evento no tuvo lugar debido a problemas financieros, y este año, ha sido relanzado el mismo, con nuevos bríos, nuevos equipos, directivos, etc., y a decir verdad, hay que aplaudir el esfuerzo que se está realizando. Luego del béisbol, el baloncesto es el deporte más seguido en nuestro país, y más aún, cuando figuras nacionales han tenido una alta relevancia en el baloncesto de los Estados Unidos de Norteamérica, como los casos de Al Horford, Charlie Villanueva, Francisco García, y sin tomar en cuenta, el gran número de estrellas que juegan en diferentes ligas profesionales a nivel mundial.

Así las cosas, con todo estos nuevos aires que se respiran en la organización nacional, hay algo que, en el caso de la franquicia de la provincia de Puerto Plata, se tiene que resaltar, obligatoriamente, por el contraste. Tuve el atrevimiento, como simple fanático, de hacer una enumeración, secuencial, de una serie de hechos que han venido teniendo lugar en la franquicia, y nos vemos en  la necesidad de preguntarnos ¿Qué pasa con los Tiburones?

Antes del inicio de la Liga Nacional de Baloncesto, el equipo de Puerto Plata se vio envuelto en problemas con la organización local, por problemas entre sus accionistas, problemas con el nombre del equipo, la contratación de los jugadores, sus directivos, etc., siendo esta la primera cuestión de gran magnitud que salió a relucir. Luego de iniciado el torneo nacional, en el primer juego celebrado en la ciudad de Puerto Plata, lo primero que salta a relucir es la mala calidad del techado Fabio R. González, lo que me da a entender que todas las canchas a nivel nacional están en perfecto estado (las quejas en contra del techado de Puerto Plata han sido reiteradas, y aunque independientemente de que hay un sinnúmero de cosas que deben corregirse, desconozco si la prensa nacional no ha hecho lo mismo con los otros centros).  En tercer orden, se amenaza con mover la franquicia de Puerto Plata para otra ciudad, por la falta de coordinación de la directiva local y las condiciones de la cancha. En cuarto lugar, se empieza a correr la voz de que los jugadores y directivos del equipo que se hospedaban en un hotel de la ciudad fueron retirados del mismo por falta de pago, de parte los dueños de la franquicia, cuestión que tuvo que ser desmentida por los directivos de los Tiburones. En quinto orden, se riega la voz de que jugadores estelares, como Marlon Martínez, Kelvin Peña y Carlos Morbán serían negociados con otra franquicia, y nuevamente, salen los directivos del equipo a desmentir dicha situación.

Son  5 cuestiones que el fanático simplemente, se pregunta, ¿Qué pasa con los Tiburones? ¿Qué hay tras bastidores? ¿Existe una campaña de descrédito? Para el caso que nos ocupa, dilucidar estas cuestiones está en manos de los expertos en la materia. Creo que los accionistas de la empresa y la prensa deportiva local, quienes son los verdaderos conocedores del meollo del asunto, deben explicarle a la provincia que es lo que pasa con los Tiburones. (Pasiones aparte, tenemos que ser objetivos, no nos engañemos). Un equipo con toda la capacidad, técnica y humana, para coronarse campeón a nivel nacional. Se tiene que defender a la franquicia, a toda costa. Y si es cierto que hay terceros ajenos a la franquicia que le desean hacer daño, pues defenderse de los mismos. Se tiene que quedar claro que Puerto Plata se queda con su franquicia, y que Puerto Plata puede.

Veo mucha ofensa a los Tiburones de Puerto Plata y poca defensa. Así, ni en la vida ni en baloncesto se gana.