Las huellas del progreso

Ultima Actualización: jueves, 12 de diciembre de 2013. Por: Maria Gónzalez

Todo lo que hemos de hacer en aras de mejorar nuestro estado de vida queda registrado en el armazón físico y mental de las futuras generaciones.

Todas las actividades humanas, al realizarse dejan una marca indeleble tanto en las sociedades como en los individuos que la componen, porque todo hecho humano que se produce sobre la tierra deja una marca que distingue una era o una época histórica especial de cada pueblo.
 
La construcción del progreso de los pueblos siempre produce traumas o laceraciones, tanto en el tejido social como en el mundo natural, que unas veces son fácilmente superables y otras veces en forma de obras, edificaciones, etc. permanecen fosilizadas, como recuerdos o como evidencia del origen de los hechos y de los actores que los prohijaron.
 
Esas  huellas que unas veces se recogen en el esqueleto social y otras veces las encontramos en los reductos naturales, son la expresión más acabada de la forma de pensar y de actuar de nuestro grupos sociales más activos, de manera que todo lo que hemos de hacer en aras de mejorar nuestro estado de vida queda registrado en el armazón físico y mental de las futuras generaciones.
 
Aunque la casualidad es una categoría filosófica, los orígenes de  la sociedad dominicana de hoy no es el fruto de la casualidad, sino de concurrentes hechos que fueron conjugándose de manera dialéctica para otorgarnos los resultados que hoy cosechamos en materia social, política y económica, porque “los hechos de hoy tienen sus raíces en el pasado, como el fruto en la flor…”
 
En consecuencia, todo aquel que ejerce una función social de relevancia en nuestra sociedad, debe saber que dejará impresas sus huellas en el piso de nuestra historia, y las buenas obras perdurarán por siempre, aunque  malas acciones ensombrezcan el horizonte de la historia…
 
Hasta pronto… muydecerca10@hotmail.com