El testimonio…

Ultima Actualización: lunes, 13 de julio de 2015. Por: Maria Gónzalez

Hago la presente reflexión, partiendo del ejemplo que recibe en estos momentos nuestra sociedad de parte de quienes de una u otra forma, se convierten en árbitros de ella misma.

El ejemplo de vida, la actividad práctica de cada individuodurante un periodo de su vida, constituyen todo un legado que se convierte enun patrimonio moral personal y motivo de emulación para semejantes que observanconductas parecidas dentro de la sociedad misma, no importando el escenarioparticular ni el momento.

Esa conducta individual es lo que se convierte a veces enejemplo social colectivo, dependiendo de los alcances beneficiosos que ellatenga a favor de la colectividad de manera que cuando se establezcancomparaciones sobre la vida de cada uno hemos de determinar cuál ha sido másprovechosa y favorable para toda la sociedad de forma que ese ejemplo seatransformado en ley de vida.

Partiendo de esos criterios es que se han de juzgar lasacciones de nuestras instituciones públicas y privadas, donde interactúan cadauno de los ciudadanos; desde el estado jurídico, llámese órganos del poder;como el estado moral que lo representan aquellas entidades que sustentan lasideas que justifican la existencia del sistema social dominante, me refiero ainstituciones de naturaleza política, como el congreso, el gobierno etc. Asícomo aquellas de naturaleza filosófica que como las iglesias y otras, sirvenpara presentar normas de conductas que contribuyen a afianzar las ideas delestado dominante.

Hago la presente reflexión, partiendo del ejemplo que recibeen estos momentos nuestra sociedad de parte de quienes de una u otra forma, seconvierten en árbitros de ella misma, porque hacen ese papel, aquellos quedesde el congreso asumen la función de legislar para la sociedad, aquellos quedesde funciones ejecutivas se encargan de administrar la cosa pública, aquellosque desde instituciones morales proclaman la observancia de conductas de buenaconvivencia.

No obstante he de observar que el mensaje social que envíannuestros árbitros, dista mucho de lo que debía ser la enseñanza con el ejemplo,porque un funcionario público que usa su posición de servidor para apropiarsede los bienes y propiedades colectivos, un legislador que se dedica a inclinarsu labor legislativas a beneficio de individuos o sectores minoritarios, unagente policial que se asocia con anti sociales para cometer tropelías a cabiode dinero, nos dice de la existencia de  un proceso de disolución social en nuestromedio.

Porque religiosos que protegen la injusticia y practican lainmoralidad y unos jueces que se inclinan a favor de lo mal hecho y empresariosque exprimen y explotan sin conciencia y a la vez evaden sus obligaciones impositivasno le dicen al pueblo de a pie otra cosa que no sea que deben revelarse contraesa práctica que contradice todo lo que se enseñó sobre la sociedad…

Hasta pronto…. Muydecerca10@hotmail.com